Hace poco más de 100 años, millones de personas vinieron desde muy lejos para quedarse a vivir en la Argentina. Dejaron sus casas, sus familias y sus países de origen en busca de una vida mejor. Fueron varios los motivos que los impulsaron a realizar este viaje: buscaban un trabajo mejor, la posibilidad de tener su propia tierra para cultivar; escapaban de guerras o de gobiernos que no aceptaban sus creencias e ideas.
Los inmigrantes (así se llama a las personas que llegan a un lugar para fijar su residencia permanente y que provienen de otras ciudades, provincias o países) son una parte muy importante de nuestra historia: formaron sus propias familias, estudiaron, trabajaron durante toda su vida y ayudaron al crecimiento del país.
Hoy en día, nuestro país continúa recibiendo inmigrantes que llegan con las mismas ganas y esperanzas de aquellos que llegaron hace 100 años.